Se acerca el invierno y el puente de diciembre, así que es el momento perfecto para hacer una escapadita, salir de la rutina y prepararse para las navidades. En Fit 2 Trip te recomendamos cinco ciudades que se pueden visitar en un fin de semana largo y que son especialmente bonitas en invierno.
Copenhague es una de las ciudades de cuento de Europa. Algunos puntos de interés incluyen el Parque de Atracciones y jardines de Tivoli, el palacio de Christiansborg, o el castillo de Rosenborg. También puedes pasarte por el pictórico distrito costero de Nyhavn, o pasear e ir de compras por la zona de Strøget, una de las calles peatonales más largas de Europa. Christiania, una comunidad parcialmente autogobernada de unos 1,000 residentes es otro lugar de interés que merece la pena visitar.
En la capital de Islandia, puedes visitar la moderna catedral de Hallgrímskirkja, la iglesia más grande de Islandia y una de las estructuras más altas del país. También son interesantes el Museo de Arte de Reikiavik y la escultura de Sun Voyager, creada por el artista Jón Gunnar Árnason y descrita como un barco de ensueño, o una oda al sol. Una de las cosas que hacen especial a Reykjavik son sus numerosas piscinas geotérmicas al aire libre, así que aprovecha y date un baño relajante. Cada piscina es única, por lo que no tengas miedo de probarlas todas.
Contempla el contraste entre el casco antiguo de Edimburgo, una zona bulliciosa de edificios centenarios y callejuelas estrechas, y el elegante New Town, donde las casas de estilo georgiano se alinean en las amplias avenidas y plazas abiertas. Visita la catedral de St Giles y la residencia oficial de la reina Isabel II: el Palacio de Holyroodhouse. Un punto de interés imprescindible es el Castillo de Edimburgo, una antigua fortaleza del siglo XI con vistas espectaculares a la ciudad. A una milla del castillo se encuentra Arthur’s Seat, que es el pico principal del grupo de colinas en Edimburgo.
Explora el palacio imperial de Hofburg y contempla las vistas desde la catedral de San Esteban. Acércate al Naschmarkt, un mercado al aire libre construido en el siglo XVI, para degustar la variada cocina de Viena. Prueba los Mozart Kugel. Piérdete en los tradicionales mercados navideños de Viena. Monta en la noria Wiener Riesenrad de 60 metros de altura, construida en 1897, para ver Viena desde la cima. Disfruta de un espectáculo de títeres en el histórico Teatro de Marionetas o monta en crucero por el Danubio al atardecer.
Dirígete a la terraza abierta de la presa Vauban para tener una buena vista de la ciudad y La petite France, considerada parte del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Visita la Catedral de Nuestra Señora de Estrasburgo y contempla el famoso reloj astronómico que se encuentra dentro de la Catedral. Visita el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, y navega por los canales cuando se ponga el sol. Después de un largo día, puedes relajarse en el spa Hamman et tradition, y disfrutar de una degustación de vinos y quesos.
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